Señales de cáncer en la sangre: ¿Qué debe observar?
- Servicios Especializados Marketing en Salud
- 24 abr
- 3 Min. de lectura
Estimado paciente, los cánceres de la sangre —como la leucemia, el linfoma y el mieloma múltiple— pueden desarrollarse de manera silenciosa. A diferencia de otros tipos de cáncer, no siempre generan masas o tumores visibles, lo que dificulta su detección temprana. Por ello, es fundamental conocer las señales de alerta que podrían indicar la presencia de una enfermedad hematológica maligna. En esta entrada, quiero explicarle cuáles son esos signos y por qué es importante buscar atención médica si alguno de ellos se presenta.

¿Qué tipos de cáncer afectan la sangre?
Existen tres tipos principales de cáncer hematológico:
Leucemia: Afecta principalmente a los glóbulos blancos, impidiendo que maduren adecuadamente. Puede ser aguda (de progresión rápida) o crónica (de evolución más lenta).
Linfoma: Se origina en los linfocitos y afecta principalmente los ganglios linfáticos y otros órganos del sistema inmunológico.
Mieloma múltiple: Se desarrolla en las células plasmáticas, un tipo de glóbulo blanco que produce anticuerpos.
Cada uno de estos cánceres tiene manifestaciones clínicas distintas, pero comparten ciertos síntomas generales que pueden servir como señales de alerta.
Señales de alerta que no deben ignorarse
Los síntomas de los cánceres hematológicos pueden confundirse con otros padecimientos más comunes. Sin embargo, su persistencia o combinación debe motivar una evaluación médica. Entre los signos más relevantes se encuentran:
Fatiga constante: Es uno de los síntomas más frecuentes. La sensación de agotamiento, incluso sin actividad física intensa, puede deberse a la disminución de células sanguíneas funcionales.
Fiebre sin causa aparente o sudoraciones nocturnas: Pueden ser señales de que el sistema inmunológico está comprometido o de una respuesta inflamatoria del cuerpo ante células malignas.
Pérdida de peso no intencionada: Adelgazar sin cambios en la dieta o el ejercicio puede ser una manifestación de actividad metabólica anormal causada por el cáncer.
Hematomas o sangrados fáciles: Son comunes en la leucemia y el mieloma, debido a alteraciones en las plaquetas o en la coagulación.
Infecciones frecuentes o difíciles de resolver: Si el sistema inmunológico está debilitado, el cuerpo puede volverse más vulnerable a infecciones.
Inflamación persistente de ganglios linfáticos: En cuello, axilas o ingles, sin dolor ni infección evidente, puede ser signo de linfoma.
Dolores óseos o articulares: En el caso del mieloma, los huesos pueden debilitarse y provocar dolor o fracturas.
¿Qué hacer si presenta estos síntomas?
Si Usted presenta uno o más de estos síntomas de manera persistente, es importante acudir con un especialista. En consulta, realizo una valoración clínica completa y solicito estudios de laboratorio, como un hemograma, estudios de médula ósea o análisis moleculares, para identificar alteraciones en las células sanguíneas. Un diagnóstico temprano permite iniciar un tratamiento adecuado y mejorar significativamente el pronóstico.
Conclusión
El cáncer en la sangre puede ser silencioso, pero no es invisible. Conocer sus señales permite actuar a tiempo. Si nota síntomas persistentes o cambios inusuales en su salud, le invito a buscar atención médica. Estoy a su disposición para acompañarle en el proceso diagnóstico y terapéutico con el compromiso de brindarle una atención humana y especializada.
Referencias:
American Cancer Society. (2023). Blood Cancers. Disponible en: www.cancer.org
National Cancer Institute. (2022). Signs and Symptoms of Blood Cancers. Disponible en: www.cancer.gov
World Health Organization. (2021). Cancer of the Blood: An Overview. Disponible en: www.who.int
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